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Las ikastolas Argia y Andra Mari apuestan por el autoconsumo de la mano de Nafarkoop

Además de generar energía y reducir la factura, se promoverá la formación y concienciación.

Nafarkoop

Las ikastolas Argia (Fontellas) y Andra Mari (Etxarri-Aranatz) han confiado en Nafarkoop para poner en marcha sus proyectos de autoconsumo. Una iniciativa entre cooperativas, que busca la generación de energía de forma local y distribuida con la participación ciudadana como eje central.

Los centros educativos podrán beneficiarse del autoconsumo reduciendo su factura de electricidad y al mismo tiempo, se desarrollará un programa pedagógico con el objetivo de educar al alumnado, a sus familias y al profesorado en torno a la energía, la sostenibilidad y la eficiencia.

Nafarkoop ha sido el encargado de realizar los proyectos y de su financiación. Nafarkoop es una cooperativa sin ánimo de lucro creada dentro de Goiener Taldea para el desarrollo de proyectos de generación renovable. Su misión es promover la instalación, adquisición y promoción de instalaciones de energía a partir de fuentes renovables, lo más distribuida y descentralizada posible. Y, a día de hoy, ya son más de 1500 personas socias las que consumen energía con Goiener Taldea en Navarra.

En esta ocasión, gracias a las aportaciones voluntarias de las personas socias de Nafarkoop, la cooperativa ha recaudado 400.000 euros que han sido destinados a financiar la construcción y puesta en marcha de 5 instalaciones fotovoltaicas. Además de los proyectos de Argia y Andra Mari Ikastola, se han realizado otros en Armentia (Vitoria-Gasteiz), Laskorain (Tolosa), y Eleizalde Ikastola (Bermeo).

Cabe destacar que, todas las instalaciones son fotovoltaicas y están conectadas a la red para poder aprovechar el excedente. En total, se ha cubierto una superficie total de 1800 m2 que generará 410 MWh en un año, aproximadamente lo que consumen 160 hogares.

Además de incrementar la cantidad de energía 100% renovable en la red eléctrica, se reducen las emisiones de CO2, NOx y SOx, y se reducen las pérdidas en el transporte de la energía. Así, solo con las instalaciones de Argia y Andra Mari, se evitará la emisión de CO2 equivalente a la absorbida por 4827 árboles anualmente.

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