Comienza la fiesta y por la carretera aparece la inconfundible furgoneta de Hegoak con sus colores morados. Hoy mucha gente estará de fiesta y seguramente consumirán alcohol y otras drogas. La gente de Hegoak no están ahí para festejar, sino para que ese descontrol no ponga en riesgo la salud de las personas. Así lo dicen las letras impresas en el vehículo “Especialistas en reducción de riesgos asociados al consumo”.
La presencia de Hegoak, algo habitual en fiestas de pueblos y barrios, ya no se volverá a repetir. Tras 28 años de vida, Hegoak finaliza su actividad, no porque su actividad ya no sea necesaria, sino porque la falta de apoyo institucional ha ahogado su actividad.
Hegoak, nació en 1994 como “Asociación de familiares y amigos de drogodependientes”, en el contexto de las adicciones a la heroína, y ha trabajado intensamente durante casi tres décadas educando a la juventud, familias y profesionales en relación al fenómeno del consumo de drogas, y sobre todo, previniendo problemas asociados al consumo. La entidad comenzó su andadura sensibilizando a la población y acompañando a personas con graves problemas relacionados con el consumo de drogas, fundamentalmente dependientes de la heroína pero se fue adaptando a la nueva realidad que se daba con el cambio de siglo.
En el año 2000 comienzan una nueva etapa centrándose en la prevención desde la estrategia de reducción de riesgos y daños. Asumiendo que en nuestra sociedad las drogas nos han acompañado desde siempre, que no es cuestión de mirar hacia otro lado haciendo como que no existen, sino integrar esta realidad en la educación, mostrando los riesgos que conlleva su consumo. Hegoak se convierte en un referente a nivel estatal por sus intervenciones en espacios de ocio, en fiestas y bajeras, donde se relacionaban con personas jóvenes. Durante los últimos 20 años han recorrido toda la geografía navarra con sus actuaciones preventivas, trabajando con la red de profesionales de servicios sociales de base y con entidades juveniles. Así mismo, en los últimos años han sido contratadas por el Ayuntamiento de Pamplona para intervenir en sus barrios, en sus fiestas, y durante San Fermín.
El periodo de 2011-2017 resultó muy duro por el cambio en las políticas sobre drogas en Navarra, afectando gravemente a la asociación. La pandemia ha asestado un duro golpe a una organización ya debilitada, impidiendo desarrollar el programa educativo de la entidad y mantener de este modo la financiación, a lo que se ha sumado la falta de apoyos suficientes durante estos dos años por parte de entidades públicas y privadas.
La pandemia ha trastocado todos los ámbitos de ocio y la posibilidad de intervenir en ellos, y las dificultades para desarrollar el programa educativo que financiaba la estructura de la organización han sido determinantes en la decisión de suspender la actividad. La falta de apoyos estables en estos últimos 10 años, con mucha oscilación de ingresos, con dificultades importantes para desarrollar la labor preventiva, han debilitado enormemente una estructura sostenida por profesionales, pero que ha podido funcionar y sobrevivir en muchos momentos por la participación e implicación del voluntariado. Las fuerzas se han debilitado mucho en estos últimos años. Muchas gracias a quienes de un modo u otro la habéis sostenido.
La sociedad pierde una entidad trabajadora que aportaba una visión diferente en el consumo de drogas y que había conseguido ser reconocida y escuchada por la juventud. Perdemos una entidad implicada con la Economía Solidaria cuyo compromiso lo ha demostrado todos estos años. Seguramente las semillas que han plantado darán sus frutos durante mucho tiempo, a la espera de que alguien pueda continuar su trabajo.