Un año más, la Economía Social y Solidaria se mira al espejo para realizar una radiografía del ecosistema que genera y valorar sus prácticas y resultados mediante la Auditoría Social, la herramienta de autoevaluación que REAS pone a disposición de entidades y empresas de ESS.
La Auditorá Social emplea una batería de indicadores cualitativos y cuantitativos básicos, que les
permite a las entidades realizar un diagnóstico de su funcionamiento, para definir estrategias
individuales de mejora de su calidad en los ámbitos social y ambiental, visibilizándose la
importancia y sostenibilidad del sector. El proceso evalúa el cumplimiento de los Principios de la Carta de la Economía Solidaria: Equidad, Trabajo digno, Sostenibilidad ecológica, Cooperación, Reparto justo de la riqueza y Compromiso con el entorno.
A nivel confederal, 641 entidades han realizado la Auditoría Social, 41 de ellas navarras. Los datos en nuestro territorio confirman que a pesar de las consecuencias que trajo la pandemia y las crisis geopolíticas actuales, los proyectos de ESS se han mantenido activos y han resistido el tirón. A día de hoy, el sector cuenta con 678 trabajadoras, pero son muchas más las personas implicadas: más de 2.280 voluntarias y más de 7.550 asociadas. Por otro lado, los ingresos de las entidades fueron de más de 37 millones de euros, y realizaron un gasto de 36 millones, aproximadamente.
Llama la atención la paridad en los datos de las entidades. Un 59% son mujeres, y el 62% ocupan puestos de responsabilidad. Además, no hay brecha salarial entre géneros, pero es que apenas la hay entre los y las trabajadoras de las plantillas, sea cual sea su puesto de trabajo. De hecho, el reparto de los beneficios se destina en su mayor parte a reservas, compensación de pérdidas o inversiones propias (un 83%), y un 17% se destina a causas sociales y solidarias.
En cuanto al principio de Sostenibilidad Ecológica, destaca que el 92% de las entidades asumen criterios de consumo responsable y un 78% reducen y compensan su huella ecológica. Además, ya más de la mitad consumen energía renovable.
Pese a la creencia tan extendida de que este sector “vive de las subvenciones públicas”, su principal fuente de ingresos, un 59%, es a través de la facturación, y solo un 17% proviene de subvenciones.
Otro aspecto muy importante es cómo las entidades dignifican las condiciones laborales de sus plantillas, mejorando las condiciones en cuanto a conciliación, creando espacios de cuidados, reglamentos internos de relaciones laborales, etc.
Además, la intercooperación con otras entidades de ESS alcanza un 95% y ya más de la mitad operan con finanzas éticas.
Todos estos datos demuestran la buena salud de las entidades que realizan la Auditoría Social y de la propia red de ESS navarra, que este año ha celebrado su 20 aniversario con el reto de aumentar su influencia y su alcance social y demostrar que este modelo económico es real, sostenible y efectivo para la creación de una sociedad y modelo económico más justo.
REAS Navarra está muy contenta porque año tras año se va consolidando esta herramienta. Para nosotras, la Auditoría Social es fundamental, ya que muestra varias cosas desde un ejercicio de transparencia. Por un lado, que la economía que pone a las personas y a la naturaleza en el centro es viable y rentable. Dos, demuestra que es una herramienta diferenciadora frente a los greenwashing o el socialwashing, y que la ESS es una alternativa real y que deja en evidencia las estrategias de marketing sin contenido de las grandes corporaciones. Y tres, porque reconoce el trabajo diario de las organizaciones que lo hacen y, además, les da referencias para seguir profundizando en los principios que definen a las entidades de la ESS.