El reto del desarrollo económico sostenible, y la creación por tanto de trabajo de calidad, es el de crear y estimular la economía sin dañar el medio ambiente. Son muchos los estudios que relacionan el PIB con el estractivismo y el productivismo. Necesitamos nuevos indicadores y además necesitamos dignificar (dignificar significa en este caso asegurar, proteger, cubrir, remunerar) los trabajos que no son productivos, sino reproductivos, los trabajos de cuidados que hacen posible quese den los trabajos productivos, históricamente invisivilizados, replegados al ámbito familiar y por tanto privado. La flexibilización laboral y el abaratamiento de los despidos junto con una paulatina pérdida de derechos laborales que se han ido implantando consecutivamente desde la crisis económica de 2008 hace que la realidad laboral formal sea fuente de precariedad social.
La ES ofrece medios para afrontar el empleo vulnerable y para cubrir la transición de la economía informal a la economía formal en condiciones de trabajo decente. Hace emerger modos empresariales que valorizan los bienes comunes y la economía colaborativa y los anclan en la ética y la solidaridad. Las instituciones de microfinanciación solidarias y los grupos de autoayuda facilitan el acceso a recursos esenciales para iniciar y desarrollar actividades de generación de ingresos. La ES constituye una vía complementaria y eficaz para afrontar el aumento del empleo precario y el grave déficit de trabajo decente relacionado tanto con la economía informal como con la reglada. La capacidad de innovación y de adecuación a nuevas realidades/necesidades sociales de las estructuras laborales que surgen desde la ES es el resultado de una concepción económica dirigida a transformar el entorno (social, laboral y medioambientalmente) demostrando una capacidad de resiliencia y de sostenimiento capaz de crear estructuras virtuosas entre desarrollo local, sostenibilidad ambiental y trabajo digno. Dentro de la ES es fundamental la labor que se realiza desde los centros de inserción socio-laboral. La resiliencia de las entidades de ES en tiempos de crisis se atribuye a su enfoque de acumulación del capital a largo plazo, a su capacidad para controlar la deuda y a su arraigo en las economías locales.
