Este proyecto comenzó en 2009, incidiendo en la mejora de la calidad de vida y promoción de las personas en situación de vulnerabilidad y/o exclusión social que se encuentran con dificultades para cubrir sus necesidades básicas de alimentación y con carencias o dificultades en el ámbito socio relacional. Nuestra forma de facilitar el acceso a una alimentación adecuada se inscribe dentro de las recomendaciones del Pacto de Política alimentaria urbana de Milán: promover dietas sostenibles y nutrición equilibrada, asegurar la equidad social y económica, promover la producción alimentaria de proximidad y limitar el desperdicio de alimentos. Gran parte del producto que elaboramos en nuestra cocina para el comedor o que se reparte en la despensa son de cercanía, aprovechando circuitos locales y alternativos de producción alimentaria. Aprovechamos excedentes que salen del circuito comercial pero que son aptos para el consumo.
